Como toneladas de hierro
la normalidad
cayó sobre mi espalda.
El hierro
se fundió a mi piel
formando una coraza,
espesa.
Mi piel
es una coraza,
solida ante flechas.
Pesada.
Mi coraza
endeble a las palabras;
inútil frente la guerra;
visible y personal.
Abrumadora,
mi piel y yo
se destazan
como fieras
con pena y caos.
Abatidas.
cayó sobre mi espalda.
El hierro
se fundió a mi piel
formando una coraza,
espesa.
Mi piel
es una coraza,
solida ante flechas.
Pesada.
Mi coraza
endeble a las palabras;
inútil frente la guerra;
visible y personal.
Abrumadora,
mi piel y yo
se destazan
como fieras
con pena y caos.
Abatidas.
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